Los
tejidos entre los huesos de la columna vertebral se denominan discos
intervertebrales. Estos discos se componen de una parte central con una
textura blanda similar al gel y un revestimiento exterior duro.
El
disco intervertebral crea una articulación entre cada uno de los huesos de la
columna vertebral que les permite moverse. Cuando el revestimiento exterior que
rodea un disco se desgarra, el centro blando puede sobresalir por la abertura,
creando una hernia de disco.
Cuando envejecemos, los discos de nuestra columna vertebral
pueden perder su flexibilidad y elasticidad. Los ligamentos que rodean los
discos se vuelven quebradizos y se desgarran más fácilmente. Cuando se produce
una hernia de disco, puede ejercer presión en los nervios espinales cercanos
(radiculopatía) o en la médula espinal (mielopatía) y causar síntomas
dolorosos.
El diagnóstico de una hernia de disco empieza con un reconocimiento
médico completo de la columna vertebral, brazos y extremidades inferiores. El
médico examinará la columna vertebral para comprobar la flexibilidad, el rango
de movimiento y las señales que sugieran que una hernia de disco está afectando
a las raíces nerviosas o a la médula espinal.
Me gusta tu blog aunque la medicina sea un poco desagradable de ver para aquellos que no sentimos interes por esta
ResponderEliminarMe gusta tu blog aunque la medicina sea un poco desagradable de ver para aquellos que no sentimos interes por esta
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